Infancia sin Smartphones: Crecer con las Manos Libres en Martín y Omar
- Campañas MYO
- 1 sept
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 9 sept

En el Colegio Martín y Omar estamos convencidos de que una infancia feliz es la mejor contribución que podemos hacer al mundo. Una niñez plena y saludable no puede construirse si los niños y niñas están expuestos de manera excesiva a las pantallas, con los riesgos que ello implica para su salud física, emocional y social.
Sabemos que los adolescentes y jóvenes necesitan adultos responsables que tomen una posición clara y firme en defensa de su bienestar. Por eso, hemos decidido restringir formalmente el uso de smartphones en la escuela hasta 4° año de Educación Secundaria. Esta medida no surge de un rechazo a la tecnología, sino del compromiso con un uso consciente y equilibrado, que proteja a nuestros alumnos en una etapa decisiva de su desarrollo.
Creemos que cuidar la salud mental, emocional, física y social de los chicos es responsabilidad de todos. El aprendizaje verdadero no se limita a los contenidos académicos: también incluye la posibilidad de desarrollar vínculos sanos consigo mismos y con los demás.
Ellos cuentan con nosotros. Estamos a tiempo, y el tiempo es hoy.
Los riesgos del uso temprano de smartphones
La evidencia científica y la experiencia cotidiana coinciden: la exposición temprana y desmedida a pantallas trae consecuencias profundas en distintas dimensiones de la vida de niños y adolescentes.
Consecuencias psicoemocionales
Trastornos de comportamiento y consumo problemático.
Adicción a juegos, apuestas online y redes sociales.
Ansiedad, depresión y baja autoestima derivadas de la comparación permanente con otros en redes.
Dificultad para concentrarse, recordar y sostener la atención.
Necesidad de inmediatez y baja tolerancia a la frustración.
Exposición a sexting, violencia digital y bullying ininterrumpido (24/7).
Consecuencias en el aprendizaje
Impacto negativo sobre la memoria, la atención y la concentración.
Disminución de la capacidad de análisis, comprensión y producción de ideas complejas.
Pérdida progresiva de vocabulario y de habilidades comunicativas.
Favorecimiento de procesos superficiales en lugar de un aprendizaje profundo.
Consecuencias físicas
Fomento del sedentarismo, con efectos en la salud actual y futura.
Alteraciones del sueño y la alimentación, ligadas al uso nocturno de dispositivos.
Aumento de peso, menor aptitud física y riesgos cardiometabólicos a largo plazo.
Hábitos poco saludables que deterioran el bienestar integral.
Consecuencias sociales
Dificultades para establecer vínculos reales y duraderos.
Falta de empatía y problemas para reconocer emociones en los demás.
Ansiedad social, miedo al encuentro presencial y pérdida de habilidades sociales.
Conflictos potenciados en chats y juegos online, con impacto en la convivencia escolar.
Riesgo de acoso, grooming y contacto con adultos desconocidos mediante perfiles falsos.
Proyecto Manos Libres | Infancias Felices

Frente a este escenario, en Martín y Omar elegimos actuar. Nuestra misión como institución educativa va más allá de la transmisión de conocimientos: buscamos acompañar a cada alumno en un desarrollo integral que abarque lo académico, lo físico, lo emocional y lo social.
De esta visión nació el Proyecto Manos Libres | Infancias Felices, que tiene como objetivo reducir la exposición a dispositivos electrónicos en la escuela y promover, en cambio, el juego, la interacción real y el aprendizaje activo.
Menos pantallas, más aprendizaje

Desde el 29 de julio de 2024, con el apoyo de docentes y familias, implementamos la restricción del uso de celulares en los cursos de 1º a 4º año de Educación Secundaria.
Los resultados no tardaron en aparecer:
Mayor concentración en clase y atención sostenida.
Mejor rendimiento académico en todas las materias.
Incremento en la capacidad de análisis, debate y resolución de problemas.
Un aprendizaje más profundo, significativo y duradero.
En otras palabras, al reducir el uso de los teléfonos, los alumnos recuperaron la capacidad de pensar con calma, de reflexionar y de disfrutar del conocimiento por sí mismo.
Recuperar el valor del encuentro
El cambio también transformó la vida social en el colegio. Al desaparecer la constante distracción del móvil:
Los conflictos entre compañeros disminuyeron.
El diálogo, la cooperación y el trabajo en equipo se fortalecieron.
Los recreos se llenaron nuevamente de movimiento, risas y juegos compartidos.
Hoy vemos a los chicos jugar al ping pong, metegol, ajedrez o fútbol, disfrutar de juegos de mesa o cantar karaoke. Actividades que devuelven energía y alegría a los recreos, y que refuerzan el valor de compartir experiencias auténticas, cara a cara.
Una experiencia que inspira
El impacto del proyecto trascendió los muros del colegio. Nuestra Directora General, Lic. María Sol Travaglio, fue invitada a compartir la experiencia en medios nacionales como La Nación y Canal de la Ciudad. Allí, destacó la necesidad urgente de repensar el lugar que ocupa la tecnología en la infancia y subrayó la importancia de que los chicos tengan espacios para vivir experiencias reales, creativas y enriquecedoras.
El interés generado por estas entrevistas refleja que no estamos solos en esta preocupación: cada vez más familias, educadores y profesionales de la salud buscan alternativas para equilibrar la vida digital con la vida real.
Crecer con las manos libres
El Proyecto Manos Libres no se limita a restringir teléfonos: se trata de recuperar la presencia. Estar atentos en clase, jugar en los recreos, conversar con amigos, aburrirse para luego crear. En definitiva, se trata de aprender a habitar el mundo sin depender de una pantalla.
Estamos convencidos de que este camino abre la puerta a una infancia más plena, más saludable y más feliz. Y en Martín y Omar seguiremos impulsando propuestas que promuevan un entorno sano, seguro y estimulante, para que cada alumno crezca con libertad, alegría y compromiso.
Nuestra misión, renovada
Hoy reafirmamos nuestra misión de siempre: apostar a una educación de calidad, inspirada en los más altos valores humanos y sociales. Promover la salud, prevenir daños y contribuir al desarrollo integral de personas capaces de relacionarse de manera empática, afectiva y consciente con el mundo que los rodea.
Porque creemos que cada infancia cuidada es una esperanza para el futuro.
